lunes, 10 de marzo de 2014

Soñar en vidas de otros tiempos



Para poder realizar este artículo tuve que aislarme de la realidad que me rodea porque como dice el titulo; tenemos que soñar un poco con los ojos abiertos. Cuando pude concentrarme en paz, al principio no era capaz, por no decir imposible, el poder sumergirme incluso con mi persona en una época distinta a la nuestra por mucho que fuera cercana. No me resultaba tan fácil poder pensar, soñar e incluso imaginar como sería tal cambio si fuera en otra Edad distinta a esta como creía primeramente al elegir este relato.
Cuando pude conseguir por segundo intento centrarme de una vez y evadirme del mundo que me rodeaba empecé a imaginar como podría ser para mí, mi familia en la época romana, ya que para mí no me era muy complicado imaginar el estilo de vida por aquellos siglos. Poco a poco le iba dando color y forma a esas imágenes que de una manera lenta pero sin interrupciones se iba apoderando de mi creativa mente en aquel instante. Me daba cuenta de como íbamos vestidos, con unas telas finas de color blanco roto, de como ese vestido me quedaba holgado y a la vez me sintiera desnudo, de calzado llevaba unas sandalias atadas a la altura de los gemelos pero que no resultaban muy cómodas si por tratar de caminos enrevesados se tratara.
 A continuación me quede alucinado de como mi mente iba creando un escenario a mi alrededor con edificios de piedra y grandísimos templos construidos del más puro mármol, contemplaba las primeras calzadas romanas que cruzaban la ciudad, no podía creerlo.
 Luego veía a la gente, a personas que mi imaginación daba vida y podía también escucharlas hablar en otra lengua pero que a la vez podía entender. Luego "desperté" de ese pequeño y mágico sueño, a lo único que no pude darle sentido fue el como podría pensar por aquel entonces, que sentiría..., finalmente para terminar, llego a una conclusión breve pero intensa: ¡La mente no tiene límites!

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